Segunda fundación

Cuándo los hombres salieron de las cavernas y se hicieron conscientes de ellos mismos como especie y hermanos cuidados bajo los mismos dioses paternales, lograron avanzar sus nuevas costumbres (ahora llamadas cultura) rápidamente. También, así de rápido crecieron su codicia y sus ganas de poseer más de lo que ya sus dioses les habían concedido. Al rededor del año 532, de la ciudad cuna de la humanidad salieron varios conquistadores en la misión de colonizar nuevas tierras. Cada uno de esos aventureros tenía una flota, un pequeño ejercito, armado hasta los dientes. Durante varios meses y años, los nueve exploradores se dispersaron en 9 direcciones distintas, mientras su pueblo madre se convertía en lo que con el pasar del tiempo los libros de texto llamarían Ciudad de los Reyes.

Muy al norte del nuevo mundo recién naciente, Anastasia Kraken con su periscopio divisó una tierra congelada al final de aquel mar de hielo en el que ella y su tripulación habían estado viajando hacia ya mucho tiempo. Era una región totalmente distinta a lo que alguna vez la tripulación había visto, sin más vida que la marina y algunos de los ya conocidos osos, pero totalmente blancos. Un manto blanco y helado cubría el accidentado terreno y solo al arribar en nieve firme la señora Capitan Kraken declaró esa región helada como propiedad de los reyes y estos a su vez bautizaron a tales témpanos como las islas de Kraken, veintitrés en total. Con el tiempo en la isla más grande creció una próspera ciudad llamada Anastasia en honor a la legendaria fundadora.