¿Qué es un Time Lord?

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Un Time Lord es a Gallifreyan lo que Humano es a Terrícola. Para hacer las cosas cortas, un Time Lord es la especie dominante en un planeta llamado Gallifrey. De este planeta y esta especie es el Doctor. Los Time Lords son llamados Señores del Tiempo por la sencilla razón de que no ven el tiempo de una manera lineal. Es decir, no ven únicamente el presente para luego ver el futuro, sino que pueden ver lo que fue, lo que es y lo que podría ser al mismo tiempo. Por esta razón comprenden el «funcionamiento» del tiempo de una forma imposible de describir en términos humanos. En diversas ocasiones, el Doctor ha tratado de explicar qué es «el tiempo» y suele hacer analogías con alfombras o gelatinas.

Como ya dije la semana pasada, el Doctor viaja en el tiempo gracias a una máquina del tiempo llamada TARDIS. Estas máquinas del tiempo y naves espaciales fueron inventadas por su raza y son alimentadas con energía temporal, la cual ha afectado también a la evolución de todos los seres vivos que se desarrollaron en Gallifrey. Los Time Lords, aparte de haber desarrollado la tecnología de del viaje en el tiempo, también la custodian junto a la gran grieta temporal sobre la que gira su planeta para que dicha tecnología no sea usada de manera irresponsable o caiga en malas manos, por lo que tienen una política de extrema neutralidad y no suelen interferir en asuntos ajenos a los de su sistema planetario. Algunos tienen «permiso» o «licencia» para modificar ciertas lineas temporales que no afecten en gran medida el curso natural del universo y tienen estrictamente prohibido cruzar sus propias lineas temporales, es decir, no pueden visitar a sus yo’s futuros o pasados. No porque se vaya a crear una paradoja, de hecho estás son fáciles de crear y «el tiempo» suele arreglar ese tipo de sucesos modificando el presente para que el futuro siga congruente al pasado antes de ser modificado. O el futuro puede ser modificado y «el tiempo», encontrará la forma de modificar el pasado para que el futuro sea congruente (esto no entiendo muy bien cómo).

Se dice que los Time Lords se parecen a los humanos, pero esto es incorrecto, ya que ellos llegaron primero, por lo que nosotros, humanos, parecemos Señores del Tiempo. Las principales diferencias fisiológicas son que ellos poseen un sistema vascular binario, es decir: tienen dos corazones. También poseen cierta resistencia a la radiación de diversos tipos, incluida la electromagnética, por lo que pueden tocar corriente eléctrica mortal para los humanos y sentir solo un fuerte dolor, pueden soportar por cortos periodos el vacío interplanetario e incluso la estrangulación durante más tiempo que un humano. Sus corazones palpitan a 170 palpitaciones por minuto y su temperatura corporal interna es de 15°C, y si reciben un daño severo pero no mortal que requiera atención medica, su cuerpo desciende su temperatura a un punto de congelamiento para entrar en una especie de coma. Otra diferencia notable es que son bastante longevos. Aunque esto pueda deberse a la órbita de Gallifrey respecto a la de la Tierra, un año en Gallifrey es más largo que un año en la Tierra. Para explicar esto, en la serie moderna de Doctor Who, el Doctor dice tener novecientos años, estos son años terrestres, por lo que en años gallifreyans podrían ser menos. Sin embargo, aún así, pueden vivir cientos de años, por lo cual un año terrestre sea sólo un poco más corto que el año gallifreyan. Evolución pura, se desarrollaron para que la especie permaneciera por siempre. Esto se hace más evidente en la habilidad de los Señores del Tiempo de «regenerarse» cuando está a punto de morir su cuerpo. Como ya dije la semana anterior, son seres psíquicos. Lo que importa es la mente. Por lo que después de la regeneración no necesitan presentarse entre ellos si ya se conocían, pues lo que conocen es la «marca psíquica» que cada uno tiene y los distingue de los demás, esa marca es su signo de individualidad así cómo lo sería para nosotros nuestro rostro, nuestros ojos, nuestra alma o simplemente nuestro nombre.

La regeneración es un proceso por el cual cada una de las células del Time Lord se bañan en energía temporal para convertirse en otras completamente nuevas. El ADN por lo tanto debería cambiar un poco, o al menos eso en términos humanos. Resulta que el ADN de un Time Lord no cambia, lleva escrita toda la información para varias regeneraciones. Es decir, en el código genético de un Señor del Tiempo vienen diversos colores de cabello o de ojos, diversas alturas para la edad adulta, incluso si ha de crecer vello facial o no. Toda esa información está guardada y lista para ser dominante en cuanto la regeneración se activa. La regeneración es prácticamente automática y la mayoría de las veces no puede detenerse, es un mecanismo de supervivencia. Aunque en la serie en varias ocasiones el Doctor la ha detenido, ha sido por la simple razón de que sigue siendo un ser psíquico y la mente domina al cuerpo. Después de regenerarse, un galigreyan debe reposar un tiempo, quince horas aproximadamente. En estos momentos es un ser bastante vulnerable y si fuera asesinado en este periodo ya no habría posibilidades de que se volviese a regenerar, ya que dicho proceso demanda demasiada energía y al terminar la regeneración ya no hay más para volverla a hacer hasta quince horas después. Dentro del periodo de las quince horas, el Time Lord puede regenerar ciertas partes de su cuerpo en caso de que sean mutiladas o dañadas críticamente, pero nunca el cuerpo completo. Después de la regeneración queda un cuerpo totalmente nuevo, con distinta personalidad o gustos, pero los principios, recuerdos e ideales se conservan. En la imagen de esta entrada pueden ver las doce regeneraciones conocidas del Doctor. Todos ellos son la misma persona e irónicamente la que se ve más vieja es la más joven, tiene apenas 600 años mientras que el que se ve más joven tiene poco más de 1000. El del bigote desconozco su edad, pero es el más viejo de todos y es la regeneración número doce que sale en la serie.

Ya he escrito bastante, la próxima semana hablaré más detalles sobre el desarrollo del un Time Lord culturalmente y eventualmente sobre su tecnología. ¡Ya saben, compartan para que más whovianos lleguen a este sitio! No olviden dejar sus comentarios.

PD: Sé que la categoría es La Ciencia en Doctor Who, pero antes de hablar de ciencia debo introducir ciertos conceptos básicos.

Quinta fundación

Cuando los Reyes se enteraron del éxito de las campañas, se alegraron, era buen augurio, pues ahora habría una época de prosperidad. Esta euforia produjo en los gobernantes cierta distracción para con las exploraciones de otros que aún no les rendían cuentas, otros exploradores que no habían tenido tanta suerte.

Al sur del continente, al final de los grandes desiertos estaba un océano que nunca nadie había cruzado hasta que el capitán Bario Hazel Joules fue con su flota de tres pobres navíos perdidos hacía todavía más al sur, en búsqueda del fin del mundo para colonizar la última frontera a nombre de Los Reyes. Pasaron semanas navegando a la deriva hasta que divisaron tierra firme. Al arribar, notaron que la vegetación era densa y las aves y los animales que reptan eran sumamente extraños. Incluso los frutos que daban los árboles eran de tan extensas variedades que para cualquier biólogo experimentado hubiera costado años documentar, no se diga así los insectos. El capitán envió a uno de sus barcos de regreso al continente. Pasaron semanas, meses y luego años. Nunca volvió aquel barco a las nuevas tierras y nunca hubo respuesta.

Actualmente se dice que ellos sí encontraron el fin del mundo, y murieron; durante siglos la tripulación (y obviamente sus descendientes) guardó un gran odio a la familia de los Reyes y su reino, creían que habían sido olvidados. Las dos embarcaciones restantes fundaron un pequeño pueblo e iniciaron su propia monarquía. En la Ciudad de los Reyes, la flota del capitán Bario Hazel Joules se dio por perdida hasta que en el año 1621, el explorador Gael Geas IV tratando de darle la vuelta a la Tierra, que era redonda, llegó a las islas perdidas y encontró en ellas un pueblo con su propio gobierno y que hablaba su misma lengua. No tardaron mucho, no fue muy difícil, en darse cuenta de que ellos eran los hijos de los exploradores perdidos, ya que en los edificios más antiguos de ese pueblo, se conservaban las maderas con el escudo de armas de los Reyes. Gael Geas IV se entrevistó con el rey del archipiélago en la isla más grande, llamado el rey Latón Haz Joul, descendiente directo del capitán (o rey) Bario Hazel Joules, con eso se confirmó que tale lugar se llamaba Segundo Reino.

Quinientos años después, acá para el año 1132 el nombre de Segundo Reino pasó a ser Las Islas de Ho-er, debido a la independencia y caída de la monarquía, en honor al dios del mar bravío que desde la fundación del pueblo de Bario Hazel Joules, fue su santo patrón.

Monitores 3

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Cuando Cruz Vera despertó en sábado catorce de mayo a las tres de la tarde en una camilla de uno de los hospitales de la gran metrópoli se cuestionó el cómo se le fue a ocurrir ir a tomar un café un viernes trece. Sí, tenía meses hablando con Lucía Eido [se pronuncia ei-do] atreves del monitor en su hogar, y sí, todo había salido bien. Demasiado bien diría él. Podía haberlo pasado frente a su computadora en casa, más seguro. Ahora había pasado la noche en un pasillo apestoso a limpiador de hospitales. Qué más daba, ya se podía ir.

Eido, la noche anterior a la del accidente de Cruz había llegado a una tienda de autoservicio a comprar una lata de jugo de verduras. Esa noche hacía frío para ser verano y la humedad que había quedado después de la lluvia mantenían todavía más fresco el ambiente. Salió del local que estaba debajo de un gran puente en medio de la ciudad, cruzó hasta la otra banqueta mientras llevaba a sus labios un churro, estaba ahí un hombre.

—Tengo meses buscándote —dijo el hombre al mismo tiempo que le extendía el encendedor.
—Lo sé. Tengo meses escondiéndome. Sé que hay algo detrás de esos niños, no es solo un efecto secundario inofensivo —inofensivo, eso decían las televisoras—, si nosotros no hacemos nada, ¿entonces quién?
—No haremos nada porque no hay nada que hacer.
—Ya es tarde, tengo que irme.
—No podré seguir cubriendo tu rastro tanto tiempo, sabes —y Lucía se fue como si no hubiera escuchado esto último.

La tarde del día siguiente ella fue a un enorme edificio de oficinas y se sentó en las escaleras de la entrada esperando que se llegaran las cuatro. Cuando el sol entre las enormes nubes de smog se asomó, era la hora pactada. Por la puerta principal salió un Cruz con mirada indiferente, o al menos hasta ver a la hermosa mujer que lo estaba esperando. Lucía Eido, una mujer de ojos rebeldes marrón brillante, cabello de un oscuro color chocolate, ligeramente ondulado y totalmente suelto, con piel clara y muy blanca que hacía un perfecto contraste con el tatuaje de un ciervo (oculto por su ropa, detalle que Cruz descubriría después). Con una sonrisa fue suficiente para que el joven oficinista tropezara un poco tres escalones, ella rió silenciosa y después saludó. Cruz extendió su mano algo sudorosa y tartamudeando se presentó diciendo su nombre nombre completo a pesar de ser innecesario. La joven asintió con la cabeza, extendió su mano para corresponder el saludo; aprovechó tal gesto para jalarlo y comenzar a caminar.

Todo marchó bien. Cruz fue perdiendo los nervios e incluso soltándose un poco. ¡Increíblemente se aflojó la corbata! Lo que tenía ya no era la ansiedad del principio, era entusiasmo. Estaba hablando con una chica, y qué chica. Había elegancia en la apariencia de ambos, incluso en el contraste que se hacía por sus ropas. El un impecable traje negro, camisa blanca y corbata negra. Ella un saco blanco de corte más informal, abierto que dejaba ver una blusa escotada negra. Caminaron por el gran parque de la gran ciudad hasta llegar a una cafetería, entraron a beber un poco, ya en unos minutos iba a oscurecer y Cruz no debía desvelarse, pues los sábados también trabaja. Se fue.

Lucía sabía del camión que en unos minutos pasaría sobre su acompañante. Se lamentó un poco, «es un buen muchacho» se dijo mientras encendía el cigarrillo en su boca. Él no lo sabía y ella sabía que él no sabía que ella sabía que él estaría allí doblando en la esquina indicada. Sin embargo, era necesario hacerlo, porque después vendrían cosas peores.

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