Octava fundación

En algún lugar al oeste cruzando el océano. El hombre encontró a otros hombres. Perdidos en islas y de ojos rasgados, demostraron que los nativos de la ciudad de los reyes no eran los únicos creados por los dioses, si es que existían, pues a varios años de supuestamente haber iniciado todo de cero, los nuevos habitantes descubiertos superaban en siglos a los exploradores que los buscaban. Todo mundo lo ignoró al saber lo ocurrido en las llanuras de Yaroz. Quizás tenían diferente nombre sus respectivos dioses, pero creían en la misma moneda. No importó. A veces es necesaria una guerra. Una guerra que los visitantes perdieron.

Primer fundación

Trescientas ochenta y cuatro palabras llevaba cuando borré todo lo que tenía ya escrito. Comencé de nuevo hablando sobre la juventud del mundo humano, sobre como hace siglos los hombres llegaron a estas tierras rojas dispuestos a civilizarnos. Nos llamaban salvajes cuando ellos eran las verdaderas bestias. Una a una fueron destruyendo a cada familia que habitaba el valle sobre el río Skaya. Algunos logramos huir antes de que su dios, algún ser al que invocaban bajo el nombre de Eiros, apareciera. Creíamos que sería el final y que nos tendríamos que despedir de los matorrales que desde siempre habíamos cuidado. Pero nuestro dios, el dios del suelo y del aire, el agua y del fuego bajo de su carroza en llamas y creando nubes dejó caer sus lágrimas en los extranjeros que ese día nos atacaban sin que nosotros los hubiésemos provocado. Cuando la mayoría de los guerreros que buscaban nuestras piedras había sucumbido ante el ardor del agua de Sikey, él bajo del cielo con cabeza de león y cuerpo de hombre, se paró ante mí que lo miraba desde el suelo, de un salto se enterró en el centro de la pradera y del lugar comenzó a brotar agua hasta formar un lago. Luego, el jefes de los guerreros extranjeros se arrodillaron reconociendo a un verdadero dios y se fueron. Años después volvieron en son de paz y aceptamos, no había rencor. Así fue como se fundo una villa para las familias de Yaroz.