Ahora sí se acaba el año

año nuevo

Ahora que se acabó el año, quiero escribirles un pequeño discurso.

Este año no fue ni largo ni corto, duró más o menos lo mismo que todos los años anteriores. Creo que muchas personas crecimos conforme fueron pasando los días, hubo retos y obstáculos, algunos inconvenientes tal vez sigan presentes pero la clave está en no rendirse. Con forme va pasando haciendo las cosas que amamos, esas cosas que nos apasionan, nos vamos aferrando a la vida, aferrando a nuestros sueños, seguir esa locura.

No sé qué pasará el año que inicia. No sé qué escribiré. No sé a quiénes conoceré. No sé qué viviré. No sé qué cambiaré. No sé qué seguirá igual. Sé que mientras siga haciendo lo que hago, lo que creo correcto y lo que amo, todo irá bien. Y si no, pues no importa, ya habrán más años. Tal vez por ahora no tenga mucho sentido. Tal vez para nadie tenga mucho sentido. Quizás a muchos les parezcan incorrectas mis formas, pero nadie puede asegurar que sus métodos sean los correctos. Estoy seguro que habrá muchos que son y serán criticados por sus formas de vivir la vida. Creo que al final del camino que sigue cada persona, todo tiene su propio sentido. Hay muchas cosas que no entiendo y que tal vez nunca entienda, me hace feliz vivir así.

Si las lágrimas vienen y las sonrisas se van, entonces será mejor prestar poca atención a lo que pase, porque todo pasará junto a esos pequeños cachitos de tiempo. Siempre será así. Tal vez para algunos estas fechas no sean mérito suficiente para celebrarlas, sin embargo es genial el cambio que año con año viven cientos y miles de personas, finalmente, quién sabe a dónde nos lleven las decisiones que tomemos.

Ya casi

Ya casi se acaba el año. Ayer cumplí 20 meses con mi amadísima novia y les aseguro que no cambiaría ninguna de todas esas experiencias por nada. Es una persona que me preocupa y que le preocupo, que me cuida y que le cuido, que me ama y que la amo.

Este año ha sido de grandes cambios, grandes progresos y de grandes aspiraciones, también de muchos tropiezos pero ahí seguimos, ¡adelante! Se han olvidado proyectos y se han iniciado varios. También se ha tratado de continuar los que ya se habían empezado. También cumplí tres años en wordpress y tres años y medio publicando y compartiendo lo que escribo o pienso. Hace tres años no imaginaba dónde estaría para estas fechas, y me sorprende el ver lo mucho que he crecido en todo este tiempo. Les agradezco que toleren mis publicaciones espontaneas, aunque creo que saben que cuando les escribo, les escribo con el corazón. El próximo año vendrán nuevos cuentos (aunque sean solo 3 o 4), vendrán fotos (seguramente muchas) y chance y un video. Trataré de no quedarme callado durante mucho tiempo.

En fin, se acaba el año y comienza otro.

Microficciones

Surrealismos

Estaba una gorra azul en la cabeza de un hombre capitalino o chilango, como gustéis llamarle. En su cabeza había dos ojos que observaban al resto del metro y la gente en el resto del metro, o subway como le dirán alguno que otro angloparlante, viajaban rumbo algún lugar en la Mexico City. Unos audífonos blancos salían unas orejas que se conectaban a un celular pegado a un pantalón de un chavo posiblemente chilango de mirada absorta en el suelo del metro. De unos labios nacía una pareja, de la cual los píes llegaban al suelo, aferrados por no caerse a la gravedad o la aceleración del metro. Era lo mismo dos gentes hablando de cosas que se hablan y otra persona a la izquierda. La pareja se terminó a la entrada y atados (o encadenados) por una mano, salieron. En su lugar entró una señora priísta de zapatos rojos y edad indescifrable. Varios ojos inquisitivos la juzgaron y muy poco después esos mismos ojos inquisitivos soñaban con imitar las persecuciones del Ku Klux Klan, pero una versión más politicomexicanizada. Decido terminar la narración a causa del arrivo a mi estación.